Los costos a futuro del drama Imprimir
Escrito por Administrator   
Domingo, 31 de Agosto de 2008 01:55

Dicen que no va a faltar carne ni van a subir los precios, pero la peor sequía de las últimas décadas ya ha dejado, sin duda, marcas visibles por todas partes, algunas más contundentes que otras. Así, según las estimaciones, alrededor de 700.000 animales se perdieron en las zonas afectadas. Pero también hay que contabilizar otra retroceso igualmente duro: por cada vaca que se murió, en los próximos cinco años habrá cuatro terneros menos. Es biología pura. A nivel país, de cada 100 vacas nacen, según las regiones, entre 65 y 70 terneros.

"El productor se desprendió de vientres que podrían haber producido", afirma Víctor Tonelli, consultor en carnes. Si la sequía continuara podría herirse de muerte, además, la productividad de las vacas que siguen en el campo. Una sequía en pleno servicio de primavera, como se denomina al momento de buscar la reproducción, puede hacer bajar como mínimo un 30% la posibilidad de que las vacas queden preñadas. "Esto (por la sequía) disminuye la oferta, pero no sabemos cuánto", opinó Fernando Canosa, especialista en ganadería.

Con campos sin pastos, muchos productores sacaron rápido sus animales, y por eso no ha faltado hacienda en el Mercado de Liniers, que se estabilizó en ingresos en torno de los 30/35.000 vacunos por semana. El cierre de las exportaciones también aporta a una abundante oferta. "La carne sobra y está barata", dijo a LA NACION Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal. "No va a haber un problema de abastecimiento", señaló Williams, que no espera alzas en los precios. Mucha hacienda que salió de los campos con sequía fue a los feedlots, establecimientos de engorde a corral con grano, y eso fue un refugio. Se estima que los feedlots, que albergan más de 4 millones de animales y reciben más de 2 pesos en promedio por día y por cabeza en subsidio, contuvieron el drama. Allí un animal de entre 200 y 260 kilos engorda 1,2 kilos por día.

Por las políticas oficiales y la sequía caería hasta ahora un 18,8% el área con trigo y sería la superficie más baja de los últimos 34 años, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Analistas privados proyectan dos millones menos de producción. Podría ser peor si en las próximas semanas tampoco llega el agua. El trigo demanda 400 milímetros en su ciclo en octubre comienza a definir su rinde.

No obstante, según Alberto España, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), no está comprometido el abastecimiento y los precios. Lo argumenta en que la molinería demandaría 7 millones (entre consumo interno y exportación de haría), quedando al menos 6 millones para exportación.

Eso sí, según el especialista Ricardo Baccarin, con dos millones menos de producción también habrá dos millones menos para exportar que significará perder ingresos por US$ 400 millones.

Fuente: La Nación